Algunas personas creo no pueden controlar cómo se comportan.
Desautorizo y/o rechazo el uso de estos textos para cualquier forma de diagnóstico, tratamiento, análisis o formulación psicológica, psiquiátrica, etc. Prohíbo cualquier uso religioso de estos textos. Derechos Reservados. No soy licenciado en derecho, esto no es consejo legal, no es consejo ni diagnóstico médico, ni de ningún otro tipo. No estoy diagnosticando a nadie, estoy narrando como Ciudadano conocedor de la Medicina. No proporciono ni autorizó el uso de ninguna información que pudiera considerarse médica, al menos en este texto, ni en ningún otro mío publicado en Substack, X, antes Twitter, ni derivado de ningún otro que en algún momento haya yo proporcionado por esas vías o alguna diversa.
Hoy me levanté con los músculos de la sonrisa adoloridos.
Tengo como imágenes, recuerdos vagos de algún sueño erótico. Hasta ahí.
Hace décadas, medio recuerdo algo similar:
Aprecio un cierto edema, una “hinchazón” alrededor del pliegue izquierdo que va de la nariz a la unión del tercio anterior de la mandíbula izquierda con el medio. Menor en el lado derecho.
Ese día me dolió perder a alguien, hasta ahí. De ahí mi tristeza en la foto.
Así me levanté el día de hoy, más adolorido del lado izquierdo. Sin la sensación de perder a nadie, al contrario, con la esperanza de encontrar a alguien, quizá a alguna compañera.
Sé que parezco Chabelo en esa foto, pero…
Salí a comprar unas cosas para cambiar mi dieta, mi dieta actual con productos animales me está causado dolores físicos, más o menos severos.
Luego fui al OXXO en la Calle Adolfo López Mateos esquina Carretera Metepec, Colonia Agrícola Lázaro Cárdenas, según Apple Maps:
Fui a comprar un lápiz labial para mis labios resecos. Iba vestido, como siempre que salgo de overol oscuro, con mi gafete:
Mi gafete promocional/advertidor/informador/educacional de mis sitios en Substack y X, antes twitter:
Y me vejaron, me trataron como incapaz, como ser no pensante, no sintiente, no racional y no autónomo. Como indigno de respeto y consideración. Me agredieron, revictimizándome.
Antes, aclaro, visto de overol en Honor, mi Memoria del sufrimiento del Pueblo Chino durante el Siglo 20. De los trabajadores que lograron la sindicalización, de los trabajadores manuales, los llamados de cuello azul.
Generalmente mi overol es negro, en honor a los Yazidis, que no usan azul, un pueblo perseguido. Como los son los Kurdos y los Sufíes. Tengo mis preferencias. Yo Respeto…
Del gafete, precisamente es mi intentona de evitar que me traten y diagnostiquen como personas como yo en la calle, en tienditas, centros comerciales, etc., con odio, con desprecio, con bajeza, con vileza, como si fueran médicos/médicas o enfermeras/enfermeros, y además siquiátricos.
Peor aún: fuera de las instalaciones legales para tal efecto, fuera de consultorios y hospitales, por personas muy probablemente no calificadas, sin credenciales, y sin autorización explícita y al menos informada de mi parte. De manera a todas luces ilegal. Y deshumanizante.
De aquí en adelante usaré licencia literaria, con fines de luchar por mi seguridad, salud, integridad personal, etc., dado que al menos no tengo otra vía legal y segura para hacerlo. Vaya, por mi persona, por mi humanidad. Aceptando tiene interés público además.
Los “cazalocos”.
Esas personas, los cazalocos, son incapaces de comportarse como personas normales, se comportan como perros: a señas, apuntando a la salida para que yo me vaya, por ejemplo. Para que no los incomode, o les cause miedo, pánico, o terror. Para que no los retrase en su muy productivo trabajo (saludo de sombrero a Don Salinas Pliego, únicamente en su “Governícolas”, como analogía).
Simple, lisa y llanamente: no hay de donde asirse.
Hace meses, una adolescente intentó inducirme un movimiento anormal de cuello a una cuadra de mi casa, completamente “desquiciada”. Estudiante, infiero de la secundaria a media cuadra de donde vivo. Hasta una adulta detrás de ella se espantó. Dan miedo.
Semanas después, un niño de unos 6 años de edad, me bloqueó el paso, con los brazos en abducción y extensión, como Cristo crucificado, y me hizo una sonrisa extremadamente sardónica, forzada. Y me impidió gozar viendo un gatito, joven, obviamente para mí mas valioso que este “niño”, queriendo atrapar una mariposa en el callejón, en la cerrada, perpendicular a donde caminaba sobre la calle Adolfo López Mateos.
Esa sonrisa sardónica la describí aquí.
¿Quién les enseñó a esos menores a comportarse así?: los siquiatrizados.
Los que creen que la mente es real y puede estar enferma, trastornada, desordenada, espectral o divergente.
Y que además en mi personal opinión son incapaces de comportarse siguiendo la Ley, se comportan contrario a la Ley, tienen incapacidad moral, no distinguen el bien del mal, y además se comportan como Locos en el sentido común del vocablo: son incapaces de comportarse de otra manera. Que si saben lo que hacen es legal, ilegal, bien o mal es elocuente de su incapacidad, de su discapacidad de saber lo legal, lo bueno, lo apropiado, lo decente y al menos lo real: llevo dos gafetes por varios meses.
O no leen, no entienden lo que leen, o no les importa. Entre otras y sus combinaciones: no parecen tener remedio ni redención.
Parecen metafóricamente hablando condenados en el infierno.
Además de eso, en una tiendita de una esquina y en una vinatería sobre López Mateos me vendieron cigarrillos sueltos que después de calentar el filtro y soplar contrario al filtro me marearon, infiero tenían Ketamina. Además me causaron agravamiento de mi/mis arritmias cardiacas.
La ketamina puede ser fatal, es fácil de conseguir por su uso veterinario, causa alucinaciones y “disociación”, entre otros.
En unas tienditas, una sobre la López Mateos y otra sobre la Benito Juárez me vendieron quesos Oaxaca, sin marca, sin factura, a granel, que me causaron síntomas severos de contener neurolépticos, en cada una por una mujer de comportamiento inapropiado. En términos populares no peyorativos “chifladas”. Hasta ahí.
Que si tenían o no tenía tal o cual, no tengo pruebas.
Hace más de 1 año fui a una sucursal de los Laboratorios Quest en Metepec para solicitar una determinación/cuantificación de Aripriprazole en sangre y me la negaron siendo que soy Médico. Y me exigieron una identificación, sin darme motivo ni fundamento legal para hacerlo.
Y dejaron de contestarme en el número de quejas/información de Quest Diagnostics. Siendo que décadas atrás fui cliente al que le mandaron muestras al extranjero, a Estados Unidos de Norteamérica para ser procesadas. En México no había, hasta donde supe, otro laboratorio que hiciera esas pruebas.
En otra ocasión fui a las Oficinas de la Fiscalía General del Estado de México para hablar con un médico legista que ordenara esas determinaciones y me pidieron que esperara sin decirme cuánto tiempo, cuando además tenía agravamiento de mis arritmias y al retirarme una persona, un varón me acoso sexualmente en el camíon de regreso cuando iba circulando sobre Tollocan. Tengo más particulares de esa persona que pretendo referir en otros escritos, puesto que el dónde y porqué lo ví la primera vez es más largo de narrar.
Lo que sí es relevante es que se comportaba como akatísico: agresivo y temoroso, apanicado incluso.
¿Qué es la akatisia?, es un estado patológico, enfermo, enfermizo, generalmente causado por medicamentos siquiátricos, especialmente antisicóticos/neurolépticos, similar a la ansiedad, a veces indistinguible de ésta, pero a diferencia de la ansiedad sin ninguna utilidad más que como fuente de agresión, de violencia, de miedo y furia incontrolable.
A veces parece ansiedad de la que llaman “flotante”.
A veces hasta dá fuerza que parece sobrehumana. Como el Hombre Verde, como el Hulk.
Los siquiatrizados creen que se ve como incapacidad de estarse quieto, el típico que tiembla su piecito como tambor, excepto que con el antepié fijo al piso, con las metatarso falángicas fijas como pivote en el piso, el talón sube que baja, o va de lado a lado sin poderse detener, o que responde que sí a la pregunta: ¿Siente usted como si quisiera saltar/salirse de su propio cuerpo?.
No, la akatisia se vé como locura: incapacidad de estar tranquilo, de sentirse seguro, de no reaccionar con odio o con violencia no importa lo que los demás hagan, no importando el contexto, lo obvio, lo explícito, lo evidente, lo real. Y además, a diferencia de la ansiedad, de manera completamente inútil y hasta dañina, no sólo para quienes la sufren, sino para los demás.
Simple, lisa y llanamente.
Hay formas de akatisia tardía que ocurren cuando aparentemente ya no se están tomando los medicamentos que la causan, incluídos los antidepresivos. Meses o años después de, aparentemente, dejar de tomarlos.
Simplificando cómo se ven estas personas akatísicas tardías a términos prácticos:
1.- Le enseñan a uno el colmillo, como si eso significara algo para los demás. Como si fuera mi obligación interpretar sus chifladuras. Como si fueran Pedro Navajas. ¡Huy qué miedo!, ¿no?. Como creo cantó Chava Flores, mi amor y respeto a su memoria.
2.- Azotan, rompen, avientan cosas cuando tienen enojo, rabia, furia, temor, pánico o terror.
3.- Hacen un guiño de ojo, fuerte, forzado, tenso, tónico, con una breve expresión de encabronamiento, de enojo, de furia, de rabia.
4.- Se comportan así, especialmente cuando creen, sienten, imaginan, alucinan, estar frente a otro akatísico como ellos. Su conducta es cognitiva, lo aprendieron probablemente dentro de un Hospital Siquiátrico.
5.- Hay dos variantes, los que tienen sobrepeso u obesidad, y los muy delgados. Los primeros o primeras generalmente siguen tomando antisicóticos o antidepresivos, la típica mujer que llamaban “histérica” que toma o tomó antidepresivos, a veces antisicóticos como “complemento”, como refuerzo, etc. Respetuosamente, estoy describiendo, no criticando.
Los segundos, los flacos, son los que probablemente tienen diskinesia/discinesia tardía y ya no deben tomar antisicóticos. Lo que les queda cuando se deschabeten “otra vez” es la terapia electroconvulsiva que probablemente los deje amnésicos de por vida.
Por esa razón entre otras se unen a otros siquiatrizados, a otros cazalocos: para evitar terminar como “vegetales” que parecen humanos.
Y ninguna de esas personas con akatisia, especialmente subclínica, es decir no diagnosticable en un consultorio u hospital, puesto que en esas circunstancias es suprimible, se pueden comportar en esas circunstancias: en un Consultorio y/o Hospital. Ninguna de esas personas debe trabajar en atención a animales humanos ni animales no humanos: los pueden lastimar. Ese sí creo, hermenéuticamente hipotéticamente hablando, los hace incapaces, discapacitados y/o incompetentes, incapaces, para ese tipo de trabajo. Pero, acepto, eso lo determinará la Ley, y los Médicos del Trabajo, entre otros. Siendo un asunto Público, yo narro con la finalidad, en parte, de avanzar el diálogo, el discurso, al menos para su integración plena como Humanos a la Sociedad, al menos Mexicana. Irónico, cuando a mí me niegan la mía, pero, finalmente, soy mejor Humano, mejor persona que ellos.
¿Niéguenlo?.
Y sus incapacidades y/o discapacidades en ese contexto estrecho deben comunicárselo a su empleador porque no serán capaces de desempeñar el trabajo que pretenden. Además que si sufren una incapacidad/discapacidad por su akatisia puede que el seguro de discapacidad/incapacidad permanente no los cubra porque no se lo dijeron a su empleador. Hasta donde entiendo, ignorantemente, así está la Ley. A mi leal y sabio entender.
Denme las Gracias Ingratos.
No pueden trabajar manejando productos frágiles ni valiosos, nada que puedan romper o dañar con su rabia. Que además es irracional, al menos en mi caso…
O, a ver, ¿Niéguenlo?.
¿En qué van a trabajar siguiendo la Ley?, ya no digamos la moral, la civilidad, el respeto a los demás, a los Derechos Humanos, etc., ¿Hum?.
Tienen discapacidad o incapacidad que requiere diagnóstico al menos con fines laborales, o de capacitación en el trabajo.
El DIF en principio deberían poder darles su certificado de discapacidad o incapacidad para que cumplan con la Ley, reciban los beneficios que ésta les provea, cumplan con el trabajo que sus empleadores les encarguen, no sean una amenaza para humanos, animales, instituciones, objetos, etc. Es lo que a mi leal y sabio entender es responsable.
¿Pueden hacer eso?, ¿Pueden ser responsables?. ¿A qué les suena no poder ser Responsables?, ¿Hum?.
Siquiatriloco es también un juego de palabras de loco causado por la siquiatría, del incapaz o discapacitado por la siquiatria.
Yo no tengo nada que ver con eso, yo no los dañé, al contrario, deberían agradercerme cazalocos, por abogar por su causa.
Déjenme en paz y vayan a ver quién más les arregla sus incapacidades y/o discapacidades de comportarse como gente normal al menos conmigo. Eso trasciende la ignorancia y la ingratitud.
6.- Son personas que andan induciendo movimientos anormales a los que les tienen miedo, quieren sacarles algo, buscan una ganancia, o buscan hacerlos sufrir, o cuando menos buscan irracionalmente, inmoralmente e ilegalmente, sentirse seguros o “superiores”. Voltean para un lado, levantan, extienden, abducen una extremidad. Tuercen en flexión, abducción y rotación externa una extremidad inferior, apuntan a la salida para que uno se vaya o se mueva de la fila. Dan como patadas de balón de futbol. Pretenden fingir espasmos de alguna parte del cuerpo, digo, pretenden, por, asumo, lo van a seguir haciendo porque como locos, no pueden detenerse, alegando sandeces, como si estuvieran delirantes.
Y sé que los siquiatras/sicólogos dirán que estoy viendo visiones, buscando señales, la típica pregunta siquiátrica: ¿Crée usted que las personas como que le mandan señales?. Esa chifladura es infalseable, no hay manera de demostrar que no lo hacen por chiflados, locos, sádicos, perversos, siquiatrizados, cazalocos, o como los niños/adolescentes por malitos desde chiquitos.
Y para colmo, especulo, imagino, fantaseo, van a salir con la mamada que todo era parte de un plan, bueno, divino, predeterminado, Heroico, Mesiánico, sacrificial, misericorde, penitente, ¡Martírico!, en el beneficio de ellos, de “todos”, de “nosotros”, de “ustedes”, etc., en el que colaboraron: mierdas, cagadas, chifladuras, locuras, puras simples, lisas y llanas pendejadas si así lo creyeran. Si eso creyeran están más que pendejos: están locos. Y además sin redención.
Si así lo creyeran, parafraseando en oooooootro contexto al Chis Chas: vayan y chinguen a su madre.
Yo no tengo qué demostrarle nada a nadie, lo que narro es plausible, es veraz, tiene fundamento neurológico, lo que los cazalocos, siquiatras, sicólogos clínicos, o siquiatrizados aleguen de su maldad no tiene importancia.
Que me aleguen alguna babosada, a mi forma de ver, como narrativa, literariamente solo me demuestra su mala fé, y su incapacidad de cambiar de comportamiento, ¿contestaron o no?, ¿y su locura?: no cambian…
Simple, lisa y llanamente.
No los descarto a priori, pero primero tienen que afirmar bajo protesta de decir verdad que lo que digo no es plausible, que NO, NO, nooooooo puede ser cierto. No pueden hacer eso.
Y que lo hagan me demostraría o ignorancia, o mala intención. No los descarto, me anticipo a sus chifladuras, nada más. ¿Para qué perder mi tiempo con personas que como metáforas están condenadas?.
7.- Andan haciendo pruebitas, como el conejo tambor de Bambi, para ver si yo he estado previamente internado en un siquiátrico. Otros hacen su gestito de fortachones porque eso hacen los enfermeros siquiátricos quesque musculosos, con sus brazitos cruzados, como amenaza de agresión física. Y además, lo hacen en la calle, completamente inapropiado como diagnóstico y/o tratamiento quesque médico o siquiátrico.
8.- Se le acercan a una furtivamente, por detrás, o por el frente para cambiar de dirección súbitamente para disuadirlo a uno de ir a donde va. Pa´ seguir acosándolo a comodidad de los cazalocos. ¡A qué hueva les da!. Trabajen huevones no hace honor a su huevonería.
9.- En el agregado son personas manipuladoras, maquiavélicas, sádicas, creen que saben más que TODOS los demás, que los Jueces, licenciados en derecho, científicos, etc. Lo hacen movidos por su sentido de minusvalía como personas, de sentirse personas de menor valor. Contrario a las reglas no sólo de civilidad, de etiqueta, sociales, morales, sino hasta legales, fundamento, base de todas las demás. No demuestran empatía por lo demás. Se ríen hasta sardónicamente del sufrimiento ajeno, no sólo son insensibles a éste, sino hasta alegan grandiosamente que lo hacen para seguridad de los demás, y hasta para seguridad y ¡Salud! del, según ellos [otro] loquito. Y en su grandiosidad se creen Jueces, Ministerios Públicos y al menos Policías, y ¡Hasta Científicos!. Son impulsivos, son incapaces de controlarse, brincan a hacer lo que sienten o alegan y alegan los entrenaron a hacer. Explotan a los demás, lo hacen entre otras por dinero, no tendrían trabajo de otra manera. Son extremadamente frágiles: no toleran ni siquiera la mínima crítica para que sigan la ley, se encabronan, se evaden, se defienden, agreden y además echándole la culpa al otro. No aceptan información de manera útil, efectiva, de nadie más que ellos, sus sicofantes, los que creen, no que saben, no que opinan como ellos. No son cínicos, son desvergonzados como en la expresión es “que [otros] loquitos no se dan cuenta, por eso [otros] locos están loquitos”. Buscan el éxito personal, el salario, la carrera, ¡hasta la fama y la riqueza!, valiéndoles madres los demás, no sólo la moralidad, sino la misma Ley, que privilegia sobre sus mamafurradas de ética profesional. Hacen lo que sea por salirse con la suya, hasta falsificar expedientes y mentir bajo promesa/protesta de decir verdad. En términos etimológicos, su testimonio no tiene ni huevos ni ovarios. Son no sólo insinceros, no sólo deshonestos, sino hasta mentirosos: esta pildorita es bastante segura, cuando tienen cientos de efectos adversos con probabilidades que van el 1% a más del 20%, ¡a veces hasta el 60-80%!, como la incapacidad de concentrarse, entre otras. Como la disfunción sexual, a veces permanente, dolorosamente trágica para mí en las mujeres, en mi sexo opuesto pero complementario, en lo que me hace feliz en su placer, muchas veces en nada más que eso: el placer sexual de las mujeres. Son indignos de confianza. Tienen encanto superficial, no demuestran, no exhiben ni remordimiento ni vergüenza. No aprenden no sólo de lo que experiencian, no aprenden ni siquiera lo que leen, demostraron o demuestran dificultades o discapacidades cognitivas.
¿Les suena a Su, Su, Su, Esquizofrenia?: véanse en el espejo, literariamente, metafóricamente, narrativamente, hermenéuticamente hablando culeros y culeras. Mis escritos les servirán de guía, léanlos…
No imputo directamente, no estoy señalando quién ni qué agregado, pero todos los sicólogos clínicos, todos los siquiátras, todos los cazalocos, todos los siquiatrizados que he conocido se comportan con esa triada maligna: como sicópatas.
Y ¡A ver!, ¿aléguenme que nó cuando ni siquiera reportaron como era su obligación los delitos en mi contra que debieron haver visto o que yo les referí?, ¿!hum!?. ¿Reportaron los que vuestras mercedes me cometieron?: no tienen ni idea.
Punto Punto Punto: siquiera, ¿saben?.
¡Ah!
Como decía mi estimado Jacobo Zabludovsky, ¿A qué venía esto?.
A que el cajero del OXXO comportándose como perro después de pagar me indicó con su cabeza la salida, me esperé, tratándolo como perro, mi error, no me disculpo, le indiqué con la cabeza se sentara donde se reúnen los empleados de ese OXXO a comer, se negó, se dirigió a la salida, interpreto para que en la “inducibilidad”, erróneamente creída como de Esquizofrenia, más bien efecto dañino de antisicóticos, YO lo siguiera, siendo que especulo, imagino, fantaseo, ¡Sáquenme del error!, el seguía su chifladura, me esperé, me puse el necesario antideshidrante labial, me dirigí a la salida, y me paré detrás de él.
Hasta que imagino se desesperó, tuvo miedo, o se sintió elado, entre otras, como el cuenta hasta 1, 2, 3…, se regresó a su “cajita”, a su supuesto “trabajito” (kudos Don Salinas Pliego únicamente en el “Governícolas”), y a través de la ventana lo observé como alguien que seguramente no será capaz, con todo el respeto a su Humanidad, no cualquiera puede entender, creo este texto, de entender lo que escribí. Ya no digamos todos mis escritos en Substack, al menos.
Quisiera decir que Dios lo perdone, pero Yo no creo en Dios. Y menos cuando Humanos, como parece ser “ése”, al menos, en vez de usar el Verbo, lo que era en un principio, dicen, no me consta, se comportan como perros, como animales, como no Humanos.
Siguiendo el hilo, Bíblico, sin aceptarlo, como algo perverso y hasta Diabólico, dicen algunos, bajo el dominio de los “a semejanza de Dios”. Paparruchas…
Y curioso, ya alguna hora después, de regreso a casa sobre la López Mateos, de nuevo un adolescente quesque varón, ¡Ajá!, me hace gestos que me mueva a su izquierda, tres perros le ladraron dentro de un cercado, y cuando saludé a los tres perros, como habitual, regularmente hago, como gesto, expresión palpable, visible, objetiva de Gratitud a los que en mi opinión, en mi sentir, en mi creencia, en mi fé, indubitablemente no sólo merecen sino que obligan mi amor por ellos, a esas Almas Especiales, el más pequeño se irguió en sus traseras y movió sus delanteras arriba y abajo.
Me sentí tan Feliz que mi amor, mi gratitud por otros seres sintientes, para mí más valiosos, de la nada me hicieran feliz, me compartieran su felicidad.
¿Para qué necesito más explicaciones?. ¿Hum?.
Pero, condenados, inténtelo, haber si muy Cristianos, Católicos o seguidores de la Ley…
¡Oh!.
Tengo la sospecha algunos empleadores contratan “ése” tipo de empleados por ser más leales lacayos, serviles incluso, ¿suena a perro o no?, no para mí: nobleza obliga, no a los perros, a mí. Anteriormente inimputables y ni siquiera dis o incapacitables de forma permanente. Pero, eso es otra especulación mía, que dichos, supuestos empleadores no van a confesar, ni siquiera bajo “protesta de decir verdad”. Como ustedes, a ver, llenen esta palabra - - - - - - .
Y sin embargo, heme aquí, abogando por ustedes, ingratos…
Atentamente, Gracias.
Federico Soto del Alba.